En la primera entrega de este viaje por La Costa Riojana, recorrimos el circuito en su inicio, desde Villa Bustos y hasta Chuquis. Hoy, nos centraremos en la etapa intermedia, visitando las localidades de Aminga y Anillaco.
En pleno centro, se encuentra la plaza de la cultura, con un mercado artesanal, y enfrente, la Iglesia de La Merced que aún conserva los restos de su capilla original. Además, cada 31 de diciembre se celebra el denominado Tinkunaco, (o “encuentro de los pueblos”), con gran colorido y despliegue, en el que se desarrollan principalmente domas y otras exposiciones.
Para mí, Aminga fue sinónimo pleno de paz y tranquilidad.
A pocos kilómetros mas hacia el norte, y luego de atravezar un acceso lleno de viñedos, llegamos a Anillaco.
El pueblo natal de Carlos Menem es la más moderna de las poblaciones que se encuentran en la Costa Riojana. A diferencia de las anteriores, posee calles asfaltadas, elegantes casonas y extensos viñedos que invitan a degustar vinos de primer nivel, así como también, vinos pateros, no menos ricos que los primeros.
Anillaco también nos recibe con dos grandes particularidades: Una modesta infraestructura hotelera, cosa no presente en las localidades visitadas en este recorrido, y, una planta de piscicultura que se dedica 100% a la producción de caviar, única en la Argentina. Sorprendente!
El imperdible: Asomarse por sobre la pared que cerca la propiedad, para ver la casa del ex mandatario, más conocida como “la Rosadita”.
¿Se quedaron aún con más ganas de mas Costa Riojana? La próxima semana, finalizamos el recorrido que hice, paseando entre Arauco y Los Vientos del Señor…