El punto final de la jornada de trekking en la Sierra de Los Quinteros, se encuentra en alguno de los balcones que dan a La Quebrada del Cóndor, lugar del cual les he mostrado las vistas en la anterior entrega de estas crónicas.
Hoy traje para que disfruten de algunos recuerdos, de algunas vivencias que tuve ahí, viendo muy muy de cerca estos imponentes monarcas del aire. Realmente, una experiencia inolvidable el almorzar ahí, en primera fila de la quebrada, bajo el reparo de un frondoso árbol, y con semejante compañía en los aires...
No tengo palabras para describir semejante emoción, por lo que hoy, voy a dejar que las que hablen, sean únicamente las imágenes :)
La semana que viene los que emprendemos vuelo somos nosotros, esta vez, para disfrutar del cierre de este inolvidable viaje, observando todo lo que hay bajo las nubes, entre La Rioja y Buenos Aires.