Nuevamente arrancamos tempranito dejando atrás el poblado que nos había dado albergue en los últimos días.
Los caminos volvieron a presentar los mas variados paisajes hasta llegar a El Peñón, y aunque ya conocíamos la ruta 43 por el camino de venida, la nueva orientación y situación de luz, nos la mostró con una cara completamente distinta… Aunque lo mejor, estaba por venir.
Luego del almuerzo dejamos atrás la ruta, encarando un camino de ripio asentado, pero poco amable para los vehículos bajos. Nuevamente, la 4x4 demostró su estirpe.
Y entonces, el mas surreal de los horizontes estuvo ante estos viajeros: Un inmenso e interminable cordón montañoso magenta furioso nos acompañó por gran parte del trayecto, imponiéndose en un entorno que no hacía mas que realzarlo.
La negra estampa del Volcán Carachi Pampa se alzaba mas adelante, dominando un paisaje ocre.
Las formas y texturas de estas nuevas inmensidades, son de otro planeta.
El suelo se tiñó de negro, y adelante, el manchón blanco que representaba el Campo de Piedra Pómez se hizo visible. Impresionante!!!!!
Y entonces llegamos, teniendo como preámbulo un verdadero paisaje lunar, con nuevas texturas y colores que nada tenían que ver con lo ya visto, o con lo que veríamos mas adelante.
Imposible describirlo mejor!
Con ustedes, las fotos, las pequeñísimas fotos, de algunos fragmentos de estas maravillosas inmensidades.
La próxima semana, exploramos de lleno y desde adentro, el vasto Campo de Piedra Pómez…